27.4.12

NICK GARRIE nueva incorporación al Primavera Sound




Casi mas de 40 años a tenido que esperar Nick Garrie para que la maravilla que escribiera en 1969 luciera galones de obra mayor. Su caso merece capítulo aparte en el tomo de artistas malditos de la enciclopedia musical.

Por fin el tiempo está haciendo justicia con “The nightmare of JB Stanislas”, el disco maldito que Nick Garrie publicó en 1970 y que apenas llegó a ver la luz. Pero como si de un empujón de justicia poética se tratase, el disco está recibiendo el reconocimiento merecido en una segunda juventud, gracias entre otras cosas a la magnífica reedición, en doble CD y con múltiples extras, que Elefant Records llevó a cabo hace un par de años.




La noticia llega ahora tanto por su participación en el próximo Primavera sound como por el lado audiovisual, porque 40 años después de su publicación, “The nightmare of JB Stanislas” tendrá un primer video-clip para la maravillosa “Wheel of Fortune”. Los compañeros de Llaüt Digital, (responsables también de otros video-clips realizados para Elefant, como los de PAPA TOPO o el último de BLA) han hecho un bello homenaje a aquella mágica partitura, recreando una cinta que evoca la psicodélia de los años 60, las viejas películas pop con sus toques de humor, un mundo actual entremezclándose con personajes victorianos, coloreado por la consabida rueda de la fortuna. Un interesante paso más en ese movimiento imparable de reivindicación a la figura de Nick Garrie y a aquel disco irrepetible.

Fue Lucien Morisse, que entonces editaba los discos de Brigitte Bardot en su sello AZ, quien se percató de aquel extraordinario talento e invirtió su dinero en una orquesta de 56 músicos para sacar adelante aquel fantástico repertorio que parecía provenir de un Dylan onírico. Aquel sería su último acto de generosidad con el arte. Pocos días después de la publicación de “The Nightmare Of J.B. Stanislas”, Morisse se suicidaba y con él también se iban las únicas esperanzas depositadas en Garrie. Conclusión: apenas hubo promoción para un disco cuyas copias terminarían pudriéndose en algún sótano. Garrie, deprimido y ninguneado, prefirió olvidarse de que un día fue músico. Cierto es que a finales de los setenta tuvo un éxito en España, con el single “Back To 1930”, pero para entonces ya había cambiado su identidad por la de Nick Hamilton.




Han tenido que pasar cuarenta años para que el apellido Garrie se imprima nuevamente en la portada de un disco. Respaldado por el maduro batallón del indie-pop escocés (Teenage Fanclub, BMX Bandits), Garrie retorna para ocupar el sitio que nunca debio dejar escapar.


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